Su nombre es Rich Lee y se ha implantado unos pequeños auriculares en el cartílago exterior de la oreja, para así poder escuchar música todo el día sin tener que estar pendiente de ponerse o quitarse los cascos. La calidad del sonido, como es lógico, no es comparable a la de unos auriculares normales. A pesar de ello, Lee describe esta curiosa experiencia así: «tener unos cascos implantados es una locura».
¿Como funciona?
Lo que el señor Lee tiene ahora en las orejas es un pequeño imán en cada una. En su cuello se coloca una especie de collar (una bobina), que genera un campo magnético, y este campo es el que hace funcionar a los imanes, produciendo sonidos que sólo Rich puede oir.
Y tú, ¿te implantarías unos auriculares en las orejas?
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