ARPANET son las siglas de la primera red informática que supuso los cimientos de Internet. Se creó en 1983, con fines militares, y a partir de 1990, ARPANET dio paso a lo que conocemos hoy como INTERNET, la red que conecta millones de ordenadores y dispositivos móviles en todo el mundo.
Desde entonces, internet se ha convertido en un mundo virtual paralelo al mundo real, donde resulta mucho más accesible que antes llegar a una gran cantidad de personas con menos inversión de dinero que si lo intentáramos por otros medios tradicionales. ¡Y es aquí donde entran las empresas y negocios!
La evolución de las páginas web en internet
Internet funciona. Y las empresas se han dado cuenta. Desde diciembre de 2002 hay un aumento considerable de las empresas que tienen página web: desde el 40,9 % en 2002 al 76,6% en el año 2015.
¿Cómo funciona una web?
Desde que abres el explorador de internet, buscas lo que quieres ver, y hasta que termina de cargar la página web, suceden una serie de procedimientos informáticos a velocidad de vértigo.
Lo primero que hace falta para que una página web funcione es un ordenador potente y conectado 24 horas a internet, llamado servidor, donde se alojan las páginas web. Y normalmente, los servidores están gestionados y mantenidos por empresas de hosting web (o alojamiento web).
Por otro lado, también hace falta un dominio web. Es decir, un nombre con una extensión (.com, .es son las más habituales en España). Por ejemplo, Bacinerias.com. Una alternativa puede ser 1and1 como registrador de dominios, que suelen ser también, habitualmente, empresas de hosting web.
Teniendo esas dos cosas básicas bajo control, ya solo nos falta tener la propia web. Una web está construida mediante un conjunto de archivos programados en lenguajes HTML, CSS, PHP, JavaScript, entre otros. Las webs se guardan en servidores, y mediante el dominio, son accesibles a todo el mundo.
Hoy en día, gracias a las aplicaciones de diseño web fácil, resulta cada vez más sencillo elaborar nuestra página web personal mediante diseños y plantillas preestablecidas sin necesidad de saber programación. Incluso webs responsive. En función de la complejidad y necesidades de nuestro proyecto, puede resultar una opción interesante.
Al poner Bacinerias.com en el explorador y pulsar enter, tu ordenador se conecta a internet y busca en toda la red en qué servidor está guardada la web, para poder mostrártela. Para ello, tu ordenador actúa como si fueras a Madrid por primera vez y quisieras llegar a la Plaza del Dos de Mayo desde la estación de Atocha. Como no sabes dónde está, ni cómo llegar (y en caso de que no tengas un Smartphone con mapa), iríamos preguntando a la gente que haya por la calle para que nos indiquen cómo llegar hasta nuestro destino. Pues un ordenador actúa igual para encontrar una página web, solo que él hace este proceso en sólo unos milisegundos.
Imagínate este proceso multiplicado por todos los usuarios que se conectan a internet. Lo que ocurre en internet mientras lees estas líneas es realmente impresionante.
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