Los microondas calientan los alimentos a través de ondas electromagnéticas. Estas son emitidas desde un generador, y dirigidas hacia un componente giratorio que las dispersa. Aunque las ondas van rebotando por toda la cavidad, dejan espacios «vacíos» donde no hay calor. Para que el alimento vaya pasando por todas las zonas de calor, se incluye el plato giratorio.
Los insectos no son tontos; se van a las zonas donde no hay calor puesto que no llegan ondas. Podrían estar horas con el microondas encendido sin que les pasara nada.
Más bacinerías
-
Panorámica de Londres, ¡80 gigapixeles!
-
Semana de la Arquitectura Madrid 2011 (Edificio BBVA)
-
Un gato con un corazón en el pelaje
-
Lo que muy pocos harían por salvar el planeta
-
El origen del dicho “Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita”
-
Tamu Massif, el volcán más grande del sistema solar
-
¿Por qué soplamos las velas en los cumpleaños?
-
‘Happy Pi Day’, el 14 de marzo anglosajón (3/14)