Un equipo de arqueólogos, miembros de CIPAG (Colectivo para la Investigación de la Prehistoria y la Arqueología del Garraf-Ordal) en colaboración con el departamento de Prehistoria de la Univ. de Barcelona ha hallado en la cueva de Can Sadurní en la localidad barcelonesa de Begues la estatuilla prehistórica de cerámica más antigua de la península Ibérica, con una antigüedad de unos 6.500 años y que ha sido bautizada como el «Encantado de Begues», y es 800 años más antigua que la Venus de Estepona.
En los 34 años de excavación ininterrumpida en este lugar se hallaron ya en campañas anteriores las evidencias más antiguas del procesamiento y consumo de cerveza en el continente europeo. A partir de estos hallazgos, los arqueólogos plantean como hipótesis que la cueva habría sido un lugar de banquetes en los que se consumían productos raros como la cerveza o se hacían rituales con un carácter simbólico.
Representa una figura humana, probablemente masculina. Aunque a simple vista no se observa con suficiente claridad, cuando se examina la figura con luz rasante se distinguen, el hueco de la columna vertebral y los dos omoplatos, así como «diferentes líneas, que se podría tratar de grabados que parecen reproducir algunos elementos de la indumentaria, como correajes, bandoleras, un cinturón y una faldilla.
El arqueólogo jefe de la excavación recuerda que este tipo de imágenes suelen ir vestidas a la manera humana y sin atributos sexuales claros y la única manera de diferenciar el sexo son los pechos. «En el caso del hallazgo de Begues la ausencia de pechos femeninos y la forma de la espalda inducen a pensar que probablemente sea una figura masculina, que aún hace la estatuilla más extraordinaria, pues el 90 % de las representaciones similares europeas son femeninas», apunta el arqueólogo.
El fragmento conservado tiene 8 centímetros de altura, 1,90 centímetros de grosor y la anchura varía desde los 2,5 centímetros a la altura de la cintura hasta los 5,5 si se reconstruyeran los dos brazos. se espera que en próximas excavaciones, en el mismo estrato 11, se podrían encontrar la cabeza, el otro brazo y los pies, con los que se restituiría una estatuilla de unos 18 centímetros de altura.
Los dos brazos están perforados verticalmente, lo que denota que la posición original que imaginó el artesano era la de una figura suspendida para colgar del cuello de una persona o en una cavidad de la cueva. Los arqueólogos del yacimiento desconocen hasta ahora como debían acabar los pies, «probablemente con un pie plano, como pasa en muchas de las figurillas encontradas en Francia, Italia, los Balcanes o Anatolia».
La alcaldesa de Begues, Mercè Esteve, ha anunciado la intención del ayuntamiento de crear un Centro de Interpretación de esta singular cueva que, como ha indicado Edo, conserva una estratigrafía completa hasta una antigüedad de 10.000 años. Hasta ahora, se han excavado unos 4 metros de tierra en el interior de la cueva, pero todavía hay por excavar unos 14 metros más de profundidad, lo que conduciría a más de 30.000 años de antigüedad, en el Paleolítico superior.
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