El morro es un atributo humano que no viene mal en muchas ocasiones. Pero, a veces, muchas personas lo llevan a su máximo esplendor.
En la ciudad de Guangzhou, un empresario chino, propietario de un ático, no se conformó sólo con tener un jardin en la planta 18, sino que decidió plantar un montón de árboles y vegetación de todo tipo para ocultar una obra de ampliación ilegal de dos plantas más para su casa.
Evidentemente, esto supone un peligro para la seguridad de todos los demás vecinos del edificio, ya que añadir dos plantas más puede perjudicar gravemente a la estructura del edificio. Por ello, uno de los vecinos, a pesar de las varias denuncias emitidas a la policía de la ciudad, y que resultaron ignoradas, decidió contactar con los medios de comunicación para que se de a conocer lo que está pasando en su edificio.
Este vecino, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que el propietario de ese ático es un empresario con muchos contactos en el ayuntamiento de la ciudad, y por eso se ha permitido el lujo de ampliar su casa de esa manera. Además, el vecino teme que pueda tomar represalias contra él por haberle impedido su curiosa reforma.
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