Seguro que te has fijado alguna vez en el código que aparece en rojo en los huevos de gallina que compramos. A simple vista, pasa inadvertido, pero este código esconde información muy valiosa.
Todos los huevos que se comercializan en la Unión Europea traen una codificación estándar con la misma estructura: un número, dos letras y otra serie de números. Vamos a ver que nos dicen.
¿Cómo se ha criado la gallina?
El primer número nos dice en qué condiciones se cría la gallina que ha puesto el huevo. Puede ir del 0 al 3 y cada uno tiene su significado.
- “0”. Significa que ese huevo procede de una gallina que se cría en libertad y es alimentada con piensos ecológicos.
- “1”. Este número nos dice que la gallina se cría también en libertad, pero se alimenta de piensos comunes. Estas son las más parecidas a las “gallinas camperas”.
- “2”. En este caso, se trata de gallinas criadas en naves horizontales, con un espacio más limitado para moverse.
- “3”. El 3 corresponde a los huevos provenientes de gallinas criadas en jaulas verticales, con mucho menos espacio aún, pero con sistemas de recogida de huevos que evitan que entran en contacto con elementos como el estiércol.
¿De dónde proviene?
Esta información nos la dan las dos letras que aparecen a continuación del primer número. Por ejemplo, los huevos provenientes de gallinas españolas, tendrán las letras «ES».
También podemos saber la región exacta de la que vienen, observando los dos números siguientes a dichas letras. En el caso de los huevos con origen español, esos dos números corresponden con el inicio del código postal de la provincia en la que vive la gallina que puso el huevo.
Y, por último, con el resto de números podemos identificar la granja exacta de la que se extrajo el huevo y número de registro del huevo en sí.
Sabiendo todo esto, si volvemos a ver la imagen del principio, sabemos que la gallina que puso ese huevo ha sido criada en naves horizontales en Alemania.
En definitiva, leyendo el código de los huevos podemos saber mucha información acerca del origen del mismo y decidir mejor lo que compramos.
Y ahora, ¿podrías identificar un huevos de gallina? Haz la prueba con los que tienes en el frigorífico. 😉
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