La mañana del pasado sábado, 5 de julio, podría haberse producido un accidente de gran envergadura en el aeropuerto de El Prat de Barcelona, donde dos aviones casi colisionan si no llega a ser por la pericia de uno de los pilotos.
A las 9 de la mañana, un Boeing 767-300 de UTair, procedente de Moscú (Rusia), estaba en plena maniobra de aproximación a la pista de aterrizaje, a muy pocos metros de tocar el suelo, cuando otro avión, de Aerolineas Argentinas, se dispone a cruzar esa misma pista. El susto ha sido tremendo.
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Autor | José Luis Quintanilla
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