Una joven azafata asiática, de 23 años, ha fallecido electrocutada al contestar una llamada con el iPhone 5 mientras estaba cargando.
Un teléfono móvil funciona a unos 5 voltios aproximadamente, por lo que no hay riesgo de recibir una gran descarga eléctrica; pero, cuando lo conectamos al enchufe para cargarlo y si existe una anomalía en los circuitos eléctricos del terminal y el cargador, la descarga que podríamos recibir sería de 220 voltios.
La familia ha quedado totalmente destrozada tras este accidente. Alegan que, tanto el cargador como el teléfono han sido comprados en la Apple Store oficial, y piden a Apple que inicie una investigación. Apple, por su parte, ha respondido con el siguiente comunicado: «Estamos profundamente entristecidos al conocer este trágico incidente y les ofrecemos nuestras condolencias. Vamos a investigar plenamente y cooperaremos con las autoridades».
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